domingo, 1 de julio de 2007

Transgresiòn

Un par de años atrás estaba caminando de manera circunstancial por el barrio de Chacarita cuando me tocó asistir inesperadamente al entierro del músico Pappo. El rockero había muerto en un accidente en la ruta el día anterior y una multitud de admiradores lo acompañaba ese día hasta su descanso final. Entraron por la puerta de la calle Jorge Newbery, andando en vehículos y en motos de gran cilindrada, bebiendo cerveza y gritando al modo futbolístico “¡Y Pappo no se va! ¡Y Pappo no se va!”.
Debo confesar que sentí un cierto sentimiento contradictorio en ese instante.
Me parecía que era válido que aquel singular cortejo expresara de esa manera su dolor. Después de todo no hacían otra cosa que repetir en el cementerio la conducta social que siempre llevaron adelante en sus propias vidas.
Aunque también pensé, de una manera acaso instintiva, que en nuestra querida tierra ya ni siquiera era válida la paz de los sepulcros y que Argentina se estaba volviendo el país mas transgresor del mundo.
Dos años después puedo decir que esto último era válido y cierto.
Hordas desatadas de jóvenes impunes y violentos ya no sólo buscan enfrentarse entre ellos en los estadios sino que destruyen e incendian vehículos policiales.
Grupos minoritarios de gremialistas y trabajadores ( a veces 50 o 100 personas) cortan el tránsito en la Panamericana o en la misma Avda. del Libertador reivindicando supuestos derechos sectoriales que la mayoría de la gente desconoce.
Docentes provinciales que llevan adelante huelgas salvajes, dejando a nuestros hijos sin clases por 60 días. Gremialistas que paran sin aviso el Subte de la Ciudad de Buenos Aires impidiendo a millones de personas el regreso a sus hogares. Delegados que permiten el acceso de pasajeros a los andenes sin abonar el viaje. Estudiantes que “toman” Rectorados de la Universidad de Buenos Aires. Alumnos que “ocupan” Colegios Secundarios. Y hasta el grupo Quebracho (unas 30 personas) con el rostro tapado y palos en las manos que intenta “tomar” el Cabildo durante los festejos del 25 de Mayo.
La lista, aunque significativa, podría ser ciertamente mucho mas extensa.
Lo que está claro es que en las últimas dos décadas y en el tránsito del autoritarismo hacia la democracia, ha habido minorías anárquicas y sumamente agresivas y ruidosas que se han impuesto mediante la violencia y el hecho consumado al resto de la sociedad.
He comprobado también que muchos de estos grupos prepotentes padecen de una severa confusión conceptual y a veces no saben bien ni lo que ellos mismos quieren.
Esto, por supuesto, no es gratis para nadie.
En el camino queda la Ley, a cuyas expensas se lleva adelante el atropello dela Democracia y de la Constitución Nacional. Y la inacción cómplice y conciente del Gobierno Nacional que algún día, ciertamente, va a tener que rendir cuenta de todo esto.

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