domingo, 1 de julio de 2007

Verano del 2007

Muchas veces suelo recordar aquel verano del 2007.
Buenos Aires estaba tibia y acogedora, rodeaba de una paz muy especial. La muchedumbre en general andaba por la vida y por las calles con una cierta conformidad indefinida y placentera. Era como si muchos hubieran pensado que junto con Diciembre y con el año que pasó no sólo se hubiera ido la gente de vacaciones sino también aquella agitación algo alocada que siempre reina en el ambiente.
Creo que en cierta medida la ciudad era una fiesta
Aquel verano fue el de las lonas que cubrían las entradas de la prolongación del Subte A (que estaba por inaugurarse), el de la actuación de Daniel Barenboim en la 9 de Julio y el del regreso del Piojo López al Racing Club de Avellaneda
Muchas veces suelo recordarlo
Estaba sobre el tapete en ese entonces la combativa Asamblea de Gualeguaychú y también Botnia, la empresa instalada en las costas uruguayas. Muchos hablaban de Cristina, la elegante mujer del presidente Kirchner, y se preguntaban si llegaría a ser candidata a la primera magistratura.
Aquel fue también el verano del cometa McNaugh, que brillaba a nueve grados sobre el horizonte del cielo.
El tiempo de la inmobiliaria, de las largas semanas sin llover y de las plantas en la terraza de la casa de mi hermana.
Recuerdo mucho aquel verano, en especial porque entre mi rutina y un ciber bar, la vida me dio la chance de conocer a Ana María.
Estaba escribiendo bastante en aquel tiempo y luchaba por terminar la tercera novela de mi vida. Había mucha gente en los cines y en los bares y Joan Manuel Serrat se presentaba en el Gran Rex.
Fue el verano de Babel, de la cuarta versión de Gran Hermano, del MP3 y de las cámaras de fotos digitales.
Todos llevaban encima los teléfonos celulares.
En algunos barrios de la ciudad se levantaban torres interminables y el dólar y el riesgo país tornaban hacia abajo.
Los puentes estaban cortados en la Mesopotamia y en Tucumán algunos pueblos estaban inundados.
Y además (como lo habrán imaginado) las calles y las rutas estaban a veces cortadas por manifestaciones y por piquetes.
Muchas veces suelo recordar aquel verano del 2007.

Néstor Ravazza ©2007

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